Ya estamos metidos de lleno en el verano, época vacacional por excelencia. Lo que se traduce en mucho tiempo libre para nuestros hijos, que puede aprovecharse al máximo si les ayudamos a planificar sus vacaciones. ¿Qué tal si les animamos a leer?

Sacar provecho de esta época tan relajada para ellos para aficionarles a la lectura, intentando crear un gusto por la misma, sin imponerla y alternando los libros con otras actividades de ocio que les gusten –y por supuesto, dando ejemplo-, puede ser la clave del éxito.

Consejos para motivar a los niños a leer en verano

  • La lectura infantil tiene muchos beneficios para los más pequeños de la casa. Dependiendo de la edad, los padres pueden acompañarles en esta actividad o fomentar la lectura regalándoles un libro de una temática que les resulte llamativa (misterio, animales, aventuras, etc.).
  • Horario de verano. Aunque estos meses de vacaciones suponen una mayor flexibilidad que durante el curso, es positivo que se establezca un horario que incluya una hora para levantarse y acostarse, así como para realizar actividades como leer.
  • Idiomas. Irremediablemente, las generaciones más recientes pasan una cantidad importante de tiempo frente a la pantalla. Una buena idea para aprovechar este hecho son las películas y libros electrónicos en inglés, con los que se divertirán a la vez que aprenden.
  • Un verano activo. Para complementar esos tiempos en el sofá, es recomendable aprovechar los días de vacaciones de los padres para hacer planes juntos. Ir de viaje en familia, una visita al zoo, al parque de atracciones o al museo, ayudarán a afianzar la relación padres-hijos a la par que lo pasáis en grande.

Beneficios de la lectura infantil

  • Comprensión lectora. Aunque parezca obvio, al leer los peques mejoran su comprensión lectora, lo que les ahorrará futuros problemas o deficiencias académicas.
  • Ganan vocabulario. A través de la lectura, los niños descubren palabras y expresiones que poco a poco van incorporando a su vocabulario, que se va haciendo más rico.
  • Mejora de la expresión. Cuanto más vocabulario adquieran, mejor se expresarán. Podrán poner palabras a lo que están pensando sin dificultad alguna.
  • Favorece la concentración. La lectura supone poner atención, por lo que mejora la concentración de los niños.
  • Desarrollo de la creatividad. Cuando leemos, imaginamos los personajes y los escenarios del libro, un aspecto muy positivo para la creatividad de los pequeños.
  • Actividad cerebral. Esta tarea representa cierta complejidad para nuestro cerebro, por lo que se estimulan tanto la memoria como el entendimiento.

¿Quién dijo aburrimiento? Despertar el interés por la lectura a edades tempranas, no solo reúne todos los beneficios ya mencionados, sino que los niños tendrán también una actividad más que hacer durante el verano, que no les dejará tiempo para aburrirse.

 

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