¿Todas tus conversaciones con tus hijos acaban en peleas dialécticas, insultos e improperios? Tranquilidad. Vamos a ofrecerte algunos consejos para que sepas cómo evitar discusiones con los adolescentes.
Convengamos en un asunto: durante la adolescencia, los seres humanos viven una etapa dura, de grandes cambios, de transición de la niñez a la adultez, y todo ello genera cierta incomprensión, soledad, miedo y ansiedad.
Pero podemos llegar a comprender a nuestros jóvenes para lograr que este paso a la madurez sea más llevadero para ellos. Una forma interesante es obviando discusiones eternas, constantes y, en muchos casos, evitables.
Descubre cómo evitar discusiones con los adolescentes
Dicho lo cual, comencemos a entrar en materia conociendo cómo podemos lograr un estado más agradable en el entorno en el que viven adolescentes que, en la mayor parte de casos, tienden a la rebeldía y al encontronazo no siempre necesario.
Deja de gritar y de culpar
El primer paso lo tenemos que dar nosotros. No olvidemos que somos los adultos responsables, y tenemos más herramientas para controlar situaciones similares.
Así pues, dejemos de culpar al joven, y evitemos gritarle. En su lugar, tratemos de observar el asunto con objetividad y empatía, practicando la escucha activa, buscando comprender también la perspectiva del adolescente.
Análisis interno
Debemos realizar un profundo análisis propio para entender nuestras reacciones. Así pues, si discutimos, intentemos escucharnos de forma objetiva, de manera que podamos investigar nuestra forma de actuar, de tratar al adolescente.
Si vemos que menospreciamos y evadimos cuestiones importantes, debemos intentar cambiarlo. No pongamos excusas ni hablemos a la defensiva.
Evita dar demasiada importancia a las formas del joven
Si nos pasamos de la raya dando importancia a las posibles faltas de respeto de los jóvenes y de sus actitudes, tal vez provoquemos que se cierren en banda.
Es normal que se pueda marchar en plena discusión, o tal vez dar un portazo. Cuando lo haga, dejemos que proceda de tal forma. No es algo que implique necesariamente una falta de respeto. Simplemente está en fase de secuestro emocional y no razona. Si nos ponemos a su altura en ese momento, solo lo enfadaremos más, y nos pasará a nosotros lo mismo. Así que es conveniente dejar pasar un tiempo, dar una importancia relativa y encontrar el momento adecuado para aclarar lo que ha sucedido ya más en frío.
Espera a que todo se calme
Como decimos, arreglar algo cuando estamos en pleno proceso de enojo, igual que el adolescente, es prácticamente imposible. Así que, mientras estemos secuestrados por la emoción de la ira, será complejo encontrar soluciones reales y prácticas. Por tanto, permitamos que pase la cólera y busquemos el momento clave para charlar con calma.
Cada arranque de cólera puede ser traumático para el joven
Recordemos que los adolescentes no suelen tener un gran manejo de sus emociones. Por tanto, cuando veamos que arranca con la ira, tratemos de atemperar el ambiente antes de que empiece para evitar eventos traumáticos.
De hecho, en lugar de mostrar rencor y recordatorio de cada detalle que se dijo, es mejor abandonar esta actitud para no calentar más el ambiente, tratando el asunto de forma más bien generalizada.
Otros consejos útiles
Veamos algunos otros consejos que te serán de utilidad para relajar el ambiente y evitar discusiones con los adolescentes:
- Suaviza tu voz. Evita también movimientos bruscos y ademanes demasiado dramáticos.
- No intentes ganar, pues no es una competición. Si tienes que pedir disculpas, hazlo. La reconciliación es importante.
- Haz una aproximación física cuando el adolescente esté más calmado.
- Reconoce sus méritos. Debemos ser honestos, abiertos y conciliadores.
Recuerda estos consejos para evitar discusiones con los adolescentes y, recuerda, en Logos International School contamos con un gabinete pedagógico y psicológico experimentado y especializado que te puede ayudar a reconducir y mejorar la comunicación con tus jóvenes hijos.
