¿Tienes problemas para que tus hijos jóvenes realicen sus tareas? Es un asunto espinoso que se presenta de forma más común de lo que podamos pensar. Por eso queremos darte algunos consejos para que sepas cómo fomentar que el adolescente haga sus deberes.
Los chicos, durante la adolescencia, están en plena burbuja de crecimiento. Pasando de la niñez a la adultez, comienzan a cambiar sus intereses y motivaciones. Por tanto, debemos considerar esta fase en la que suelen sentirse confusos, rebeldes y preocupados, como si sintieran que nadie los comprende.
Si hasta aquí hemos llevado adelante un trabajo óptimo para que el chico sepa que tiene derechos, pero también obligaciones, será más sencillo. Si no ha sido así, habrá más baches en el camino, pero también se puede lograr que cumpla con las tareas escolares.
Y es que, en esta fase, el chico comienza a sentirse adulto, por lo que evita el control paternal y busca otras cosas que lo motiven. Por lo que rara vez dicha motivación proviene de los estudios.
Un adolescente ya no quiere ser un niño, así que necesita tener autonomía y sentirse autosuficiente, pero también responsable y capaz de comprender cuáles son sus obligaciones en esta fase de su vida
Aprende a fomentar que el adolescente haga sus deberes
Sea como fuere, si entra en fase de rebeldía, es posible que no haga sus tareas, y que tampoco quiera ser supervisado constantemente. Eso nos recuerda que hay cosas que no hemos de hacer.
Jamás hagas los deberes por él
No debemos hacer ninguna tarea que sea suya. Ni le acabes el ejercicio, ni le hagas los esquemas ni le pases el trabajo a ordenador. Si le damos ese mensaje, le estamos demostrando que es algo común y normal, y aprenderá que esto puede ser siempre así, por lo que podría acostumbrarse y convertirlo en rutina.
No seas su profesor
Tú eres su progenitor, no su profesor. Así pues, no tienes que enseñarle, solo supervisarle y echarle una mano cada vez que lo necesite. Recuerda tu papel en esto, pues es importante.
¿Cómo le puedes echar una mano? Evita imponer tu criterio y no intentes que el joven haga lo que tú digas o quieras. Es mejor acordar la toma de decisiones con realismo, estableciendo prioridades y llegando a acuerdos mutuos. Así pues, por ejemplo, podéis pactar un horario que os venga bien para que puedas serle de ayuda.
Crea un hábito
Si pactáis un hábito, será más fácil que el chico haga sus deberes todos los días. Ahora bien, ya que es de mutuo acuerdo, será importante que lo cumpla. No dejes que durante el tiempo de las tareas se encierre en su habitación. Pactad que mantenga la puerta abierta, y que puedas echarle una mano y supervisarle. Tal vez a cambio tengas que darle algo, como un rato de asueto con sus amigos. Hazlo, si va bien en clase, se lo ha ganado de sobra.
No le obligues ni le limites en exceso
No conviene obligarle, porque entonces estaríamos diciéndole que es algo que no le gusta bajo ningún concepto, pero que lo tiene que hacer. Pero sí viene bien intentar motivarlo, explicarle la importancia del trabajo, de los deberes, de su futuro profesional…
También podemos darle un par de horas para que haga los deberes. Si los quiere hacer durante ese tiempo, bien, si no, como mínimo, que te vea actuar con firmeza, sin ceder, cumpliendo los pactos a los que habéis llegado de forma previa, y mostrando que no cumplir tiene consecuencias negativas para él.
Acabado ese tiempo, deja que te permita comprobar que ha avanzado, que ha hecho el trabajo encomendado, y que ha estudiado tal y como habéis acordado. A partir de ahí, deja de limitarle y dale tiempo de disposición libre para que haga lo que quiera. Es una buena forma de motivar.
Es importante fomentar que el adolescente haga sus deberes. Crear el hábito del estudio es clave. Así que, si quieres más ideas y consejos, contacta con nuestro gabinete de expertos de Logos International School.