Trabajar la convivencia en adolescentes es una labor necesaria. Recordemos que los jóvenes están en pleno paso de la infancia a la madurez. Necesitan aprender a convivir en paz con los demás, pues es lo que encontrarán a lo largo de su vida futura en familia, en el trabajo, y en todo tipo de relaciones.

Cómo trabajar la convivencia en adolescentes

No se puede olvidar que la convivencia no solo es la escolar. Los chicos tienen que aprender a respetar a los demás en ambientes laborales, familiares, en espacios públicos y, en definitiva, en todo tipo de situaciones sociales cotidianas en las que se encuentren.

¿Cómo trabajamos en este campo? Veamos algunas propuestas interesantes que podemos desarrollar en ámbitos del hogar o del colegio y que les ayudarán a socializar mejor.

Crear proyectos de cooperación

Las actividades cooperativas son la mejor opción para que los adolescentes mejoren la convivencia. Ahora bien, ¿por cuáles apostamos?

En realidad, cualquier proyecto puede ser útil en este sentido. Eso sí, debemos atender a los intereses concretos del grupo de chicos con el que vayamos a trabajar.

Pensemos en un grupo de muchachos amantes del deporte. Crear un equipo y entrenar de forma conjunta para que entiendan el valor de la solidaridad y generosidad del esfuerzo puede lograr que se creen lazos muy fuertes entre ellos.

Así podríamos apostar por cualquier clase de proyecto. Por ejemplo, crear un periódico o una radio escolar con varios alumnos, montar un grupo de música…

Lo importante es que los adolescentes tengan un objetivo común, un fin que, para ser logrado, necesite del trabajo en equipo y del apoyo entre unos y otros.

Establecimiento de reglas en el trato

Es más complicado, pero igualmente necesario. Vivimos en un mundo de reglas y leyes, algunas escritas, otras no, pues forman parte ya de la tradición y la costumbre colectiva.

El establecimiento de reglas tiene una ventaja si se hace bien, de forma democrática. Es decir, si es algo negociado y aceptado por todos los chicos, pues ellos forman parte activa de las decisiones, será mucho más eficiente.

Así pues, permitirá fomentar el pensamiento crítico, reduciendo posibilidades de que aparezca maltrato, bullying o burla de otros chavales. De ahí que, como docentes y padres, debamos involucrar a todos los adolescentes.

Realización de dinámicas

Existen dinámicas muy interesantes que facilitan el trabajo en equipo. En todas ellas se debe promover la interacción de los chicos, para que actúen en grupo tomando decisiones consensuadas y previamente negociadas.

Por ejemplo, podemos usar la dinámica de la NASA, en la que los chicos deben decidir qué objetos se llevarían en una misión a la Luna para sobrevivir. Ahí pondrán en valor sus conocimientos, su capacidad negociadora, etc.

Respeto de los tiempos y las responsabilidades

Más allá de las reglas, los jóvenes también tendrán sus derechos, pero igualmente sus obligaciones y responsabilidades, así como sus tiempos propios.

Dejar que los muchachos disfruten de su tiempo libre, en soledad si así lo desean, ayudará a mejorar mucho la convivencia, tanto con otros adolescentes, como con sus padres, docentes y mayores.

Luego, además de darles estos tiempos propios, debemos negociar con ellos sus responsabilidades, sus derechos y su tiempo para hobbies. Pero a cambio, para participar actividades con sus amigos, es importante que entiendan que también tienen una serie de obligaciones familiares, escolares, etc., que han de cumplir.

Estas cuatro ideas para trabajar la convivencia en adolescentes son sencillas, pero muy efectivas. En Logos International School contamos con un gabinete pedagógico especializado en poner en prácticas estas y muchas otras opciones que ayudan a los jóvenes a encontrar su sitio en el mundo en esta fase tan compleja de su vida en la que dejan atrás la infancia para convertirse en adultos.

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