La lectura dramatizada es una modalidad, de carácter oral, donde el lector principal debe representar mediante su voz las escenas y personajes que se encuentre. Realizar esta práctica trae muchas ventajas.
Esta clase de lectura ayuda a desarrollar las habilidades lingüísticas, la espontaneidad y la entonación. Además, puede ayudar a los más jóvenes a acabar con el miedo escénico. Si logran entrenarse en ello, los jóvenes tendrán menos dificultades en el futuro a la hora de hacer presentaciones en público o en entornos laborales con rol de conferencistas, maestros, etc.
Desde el colegio bilingüe internacional de las Rozas de Madrid Logos International , a continuación, te contamos cómo puedes realizar esta practica de dramatizar las historias para que que tu hijo se interese lo máximo posible por ellas y ejercite todas las habilidades asociadas.
Leer no es lo mismo que vivir las historias, visualizarlas e interpretarlas. Con el tiempo se han acentuado los lectores “diagonales” que leen los textos de manera rápida. Sin embargo, cuando tienes hijos y estos quieren que les leas un cuento esta práctica no es posible . En estos casos, necesitas una lectura dramatizada para que ellos sientan lo que les lees y puedan disfrutarla .No requiere la memorización de textos y movimientos exactos para su puesta en escena, sin embargo si es necesario practicar la capacidad expresiva que dará vida a los personajes que representan.
Según estudios recientes cada vez se pierde más el gusto por la lectura y cada vez son más los casos en los que se recurre a internet para leer, o se sustituye por la práctica por juegos o redes sociales. Es importante además para los padres fomentar en sus hijos el gusto por los libros, para ello, hay que pensar minuciosamente qué historias se leerán, ya que el tema es lo principal que atrapará a los más jóvenes. Realizar este tipo de actividades en casa o en el entorno educativo es además un refuerzo para el gusto por la lectura.
Consejos para la lectura dramatizada
No esperes a que él tenga ganas para comenzar a hacerlo. El deseo se implementará con el tiempo.
Reparte personajes y caracterízalos
Si va a ser una lectura en grupo reparte los personajes y pasad un rato definiendo como va hablar cada personaje, como caminan, como gesticulan, como huelen, etc. Esto le dará mucha mas riqueza y diversión a la acción.
Escoge el conflicto y el desenlace
Para estimularlos debidamente te aconsejamos que dividas la familia en dos grupos y defináis cuál será el conflicto de la historia y cuál su desenlace.
En base a eso, podréis crear una historia divertida asignando roles a cada miembro de la familia. Sin embargo, cada grupo puede tener un desenlace distinto, así podréis poner a prueba vuestra imaginación.
Utiliza lo que ya tienes
Pon el libro donde solo tú puedas verlo. No permitas que ellos lean antes que tú la historia, ya que esto podría acabar con el misterio antes de tiempo y hacer que el relato acabe siendo aburrido.
En el caso de que ellos también vayan a interpretar la historia no compres cosas cada vez que vais a interpretar escenas diferentes. Utilizad el espacio y los objetos que ya tenéis y ayudaros de él para desarrollar la historia.
El tiempo
Dramatizar es una actividad apropiada para que los pequeños tengan ganas de que llegue el momento de leer. Cuando estén disfrutando es posible que quieran hacerlo durante más tiempo del que puedes dedicarle a la actividad. Dejad claro también en qué época del año se ambientará la historia y en base a eso utilizad un lenguaje u otro.
Estipulad lo tiempos del día en el que podéis llevar a cabo. Dependiendo de cuál sea el caso podéis hacer turnos, así comenzará a buscar ese tiempo para leer. Podéis guardar un momento en la semana o en el día para hacerlo y sabéis que ese momento es vuestro.
No utilices la lectura como un castigo
En ninguno de los casos se recomienda castigar a los niños mandándolos a leer. Esta práctica puede hacer que psicológicamente estos asocien la lectura con algo negativo y se les genere un rechazo interno.
Temáticas de dramatizada según la edad
Niños de 4 a 6 años: Se recomiendan libros relacionados con la magia.
Niños entre 6 y 8 años: Cuentos fantásticos, de hadas, princesas, buenos y malos.
Niños de 8 a 12 años: En esta edad ya se deben comenzar a usar temas relacionadas con la razón, como los acertijos, las aventuras o las hazañas de detectives. Incluso quizá algún clásico para los mas mayores.
La idea es dramatizar la lectura, meterse dentro de ella y disfrutar.