Hay veces que la adolescencia se convierte en el momento más delicado y complicado en la vida de nuestros hijos, pues es el proceso por el que pasan para convertirse en adultos y no siempre es fácil ya que se les presentan varias dificultades a las que no son capaces de enfrentarse por sí mismos. Es por eso que los padres tenemos una responsabilidad respecto a ese proceso y debemos intentar acompañarlos en el camino pero evitando ciertas actitudes que puedan interceder en sus emociones de manera errónea.
Actitudes a evitar a la hora de tratar con tu hijo adolescente
Dicho esto, vamos a identificar esas actitudes que hay que intentar evitar a la hora de tratar con ellos para ayudarles a tener una adolescencia plena y tranquila, sin ningún factor externo más que el de madurar en el camino.
Intentar controlar todos los ámbitos de su vida
El primer error es intentar controlarle de forma excesiva. Ya son personas autónomas, tienen que dar sus propios pasos porque no son niños. La base es confiar en él y en sus elecciones para que ellos se vean lo suficientemente validados como para empoderarse y hacer las cosas bien sin necesidad de que los padres tengan que vigilarlo por si realizan una acción errónea en el proceso.
Rechazar su forma de ser
Es importante que le aceptes y quieras tal y como es, con su personalidad, su manera de vestir, de peinarse, de expresarse… Sentirse rechazado por los padres es una sensación muy triste para los adolescentes, así que lo ideal es que no haya críticas ni se le juzgue, sino que se le apoye de forma incondicional y se le valide como ser humano.
Invadir su espacio
El primer contacto con la sensación de privacidad e intimidad es la adolescencia y los jóvenes son especialmente sensibles si sienten que se les invade su espacio personal. De hecho, su método de defensa ante la sensación de invasión posiblemente sea alejarse de forma física y emocional.
Revisarle el móvil, hurgar entre sus cosas y otras acciones de este tipo pueden provocar que se sientan heridos y sobrepasados con la protección excesiva. Es una cuestión de confianza y respeto que hará que tengáis una relación sana y basada en la empatía y la asertividad.
Obligarle a tomar decisiones que no quieren
Los adolescentes tienen que trazarse sus propios caminos. Es importante que estemos presentes como guías y consejeros pero ellos mismos son quienes deben tomar sus propias decisiones, ya sea educativas, laborales, personales… Los hijos no deben perseguir nuestros sueños, sino crear los suyos propios, así que como progenitores hay que empoderarlos para que den pasos correctos pero manteniendo siempre la esencia de lo que quieren ser ellos mismos en el futuro.
No mostrar confianza en él
Por último, ellos necesitan recibir una sensación de confianza por parte de sus padres. Que les digan que pueden con todo y que se lo demuestren, por eso hay que mantener una posición positiva respecto a tu hijo y animarle a base de apoyo y cariño.
En cualquier caso, puedes recibir más ayuda de los profesionales que formamos el equipo de Logos International School si no sabes cómo gestionar un problema de conducta adolescente,.